27 de marzo de 2008 NEUQUÉN (AN).
La provincia de Neuquén tiene el primer mapa forestal de la Patagonia.
Fue realizado con fotos satelitales, que ahora permiten saber qué especies y qué volumen de madera que puede utilizarse para producción.La novedad la anunció ayer por la mañana el gobernador Jorge Sapag. Antes de él, técnicos de la cartera de Desarrollo Territorial, dieron la información fina del relevamiento. Según estos cálculos, en la provincia hay casi 50.000 hectáreas plantadas. Mediante la iniciativa, se encargaron 56 imágenes, algunas de ellas compradas al gobierno japonés, que cuenta con los satélites necesarios para realizar este tipo de tomas. Luego hubo una etapa de verificación de las fotos, que son de todo el territorio provincial, y se estableció, mediante el análisis, el número de plantaciones y la cantidad de árboles.
En total se verificaron 53 áreas plantadas, con un volumen de madera en pie de 3.100.000 metros cúbicos. Se trata de árboles jóvenes, de entre 15 y 20 años, que en conjunto crecen a un ritmo anual de 330.000 metros cúbicos.Todavía es temprano para acerrarlos. Y hasta ahora el producto que ofrecen es madera de los raleos a los que son sometidos para evitar la proliferación de plagas y mantenerlos en condiciones de producción. Sin embargo por estas podas, se producen de forma anual unos 400.000 metros cúbicos de madera.
Según el análisis de las fotos, que se complementó con la tarea de técnicos de la Dirección Provincial de Bosques y la Corporación Forestal Neuquina (Corfone SA) y los propietarios de las plantaciones, los departamentos de Aluminé y Minas, con un 27% del total constatado cada uno, son los dos con mayor superficie plantada. Los siguen Lácar, Huiliches y Ñorquín, con poco menos de 20%, 15% y 10%, respectivamente. Las plantaciones de pino suponen el 95% del total (70% de la variedad ponderosa).
El 60% de las coníferas no superan los 15 años de edad. De los poco más de 3,1 millones de metros cúbicos, el 60% son coníferas de 9 a 21 años; el 30% de coníferas mayores de 21, y un 10% de álamos.
Todo el proyecto estuvo a cargo de Centro de Forestación y Extensión Forestal Andino (Ciefap). Fue financiado con fondos del Consejo Federal de inversiones (CFI), con un costo de 140.000 pesos.
Con los datos recabados, el gobierno apuesta a la asignación de recursos públicos provenientes de fuentes no renovables, para desarrollar alternativas productivas con un horizonte mayor de sustentabilidad.Sapag destacó ayer que “es una herramienta para la planificación” que permitirá “acuerdos sectoriales entre el los sectores público y el privado”.
DEFENDEMOS NUESTROS TERRITORIOS PARA DEFENDER LA VIDA
Ley de Bosques
Por la distribución de la Tierra y la Riqueza
En el momento de la pulseada entre el gobierno y los grupos que han concentrado poder económico como nunca en los últimos años, los Pueblos Originarios, principales afectados por esta situación decimos:
• Los agronegocios son responsable de la devastación de nuestros suelos, la deforestación, la contaminación de ríos y acuíferos, la desaparición de la biodiversidad y la eliminación de la agricultura familiar que antes alimentaba a nuestros pueblos.
• La expansión del monocultivo de soja, atenta principalmente contra la soberanía territorial, la soberanía alimentaria y la soberanía cultural
• El modelo de la soja excluye, empobrece y enferma a nuestros Pueblos y comunidades.
Los Pueblos Indígenas nos pronunciamos en contra de los terratenientes, del lockout empresario del agro, del control de las corporaciones trasnacionales del comercio y la biotecnología sobre el sistema agroalimentario y a favor de las Políticas que como las retenciones frenen el modelo agrario basado en la soja transgénica y la especulación de los que más tienen en detrimento de nuestras vidas, de la tierra, de los bosques, de nuestra supervivencia como Pueblos.
Hoy los Pueblos Originarios somos culturas amenazadas. Nuestros territorios están bajo amenaza de muerte y por eso venimos a hacer pública nuestra posición política:
• Nuestros mayores nos enseñaron a leer la niebla, el frío y el calor, los temblores de la tierra y los eclipses. Nos enseñaron a interpretar el sonido de los ríos y dialogar con el viento, a conversar con el monte, con la lluvia, y con cada ser vivo que vive en nuestros territorios.
• Producto de ese conocimiento ancestral, nuestros territorios y nuestros calendarios están llenos de lugares sagrados, en los cuales nos comunicamos con las fuerzas naturales de nuestro entorno y le rendimos respeto. Practicamos allí nuestras danzas y artes que simbolizan la veneración y respeto por el agua, la tierra, nuestras semillas, y nuestros montes y bosques.
• Allí prometemos y nos comprometemos, a no desintegrar nuestras familias y comunidades, y mantener nuestra palabra como la verdadera ley que se debe cumplir. Mantener en pie nuestras organizaciones e instituciones indigenas, porque sabemos que el día que mueran, morirán nuestras relaciones, nuestros saberes, nuestros recursos.
Para que esto no ocurra necesitamos asegurar elementos básicos para nuestra vigencia y proyección:
• Reconocimiento como PUEBLO: nuestra realidad jurídica como Pueblo Preexistente, exige que el modelo de Estado uniformante, que se declara monocultural, modifique su naturaleza, para avanzar hacia un modelo de Estado Plurinacional, donde la tremenda riqueza y diversidad cultural, se convierta en la base de un nuevo Estado organizado para la convivencia y no para la discriminación y la represión cultural. Los PUEBLOS somos el sujeto político y jurídico, mas allá de las COMUNIDADES. Nadie niega que las comunidades, sus tierras y recursos, son el núcleo básico desde donde proyectamos nuestra identidad y derechos. Pero, el Estado ha desnaturalizado nuestra condición de Pueblo, porque ha roto el sistema de manejo territorial en cientos de partículas. Hoy tenemos la posibilidad de reconstruir esto con la puesta en marcha del Registro de Pueblos, donde el estado registra, NO ES QUE RECONOCE, REGISTRA nuestro status de PUEBLO.
• Reconocimiento de nuestros TERRITORIOS: ningún Pueblo puede desarrollarse, ni proyectarse si no es desde la base que le da origen, sustento, cosmovisión, que es el espacio físico: Pachamama ó Wajmapu: TERRITORIO. Eso incluye el control y administración de sus Recursos Naturales. El valor cultural representado en el TERRITORIO, difiere del valor mercantilista, productivo o comercial atribuido por el mundo occidental a la propiedad privada. El Territorio para los Pueblos Originarios es integral. No es posible reconocer el Territorio y desconocer sus componentes. En nuestro territorio, en nuestros montes, bosques ó quebradas, encontramos los Pueblos Originarios, nuestra farmacia, mercado, universidad, fabrica, nuestros materiales para la vivienda, el alimento para el sustento diario, la base para nuestro desarrollo.
Un BICENTENARIO para replantearnos un nuevo Estado Plurinacional
A pocos meses de “celebrar” 200 años de vida como Estado Argentino, nos encontramos en una oportunidad única para analizar si este modelo de Estado ha generado condiciones para una convivencia y condiciones de respeto, justicia y equidad ó es un instrumento para la discriminación, la injusticia y la desigualdad.
Es también la oportunidad histórica para construir un nuevo estado que responda a nuevos valores de justicia con verdadera participación plural, donde la diversidad sea un fundamento para la convivencia y no la causa de las peores injusticias… Nosotros, Pueblos Originarios, creemos que no es posible seguir sosteniendo estructuras del colonialismo racista que nos exige a todos ser iguales y uniformes, siguiendo un modelo occidental que nos impone idioma, religión, sistema político, educación, conceptos de derecho y justicia, que nada tienen que ver con nuestra historia e identidad.
Por eso, proponemos trabajar fuertemente para que los 200 años, nos encuentre revisando y planificando un Estado del cual no seamos excluidos, sino que seamos parte activa. Para ello, nuestra existencia cultural debe ocupar el lugar que siempre le ha correspondido y para ellos demandamos reestablecer:
-Nuestra educación, nuestros idiomas con el reconocimiento oficial, de nuestros sistemas educativos propios como base para programas interculturales.
-Nuestra propia cosmovisión reconociendo nuestras prácticas y saberes
-Sistemas jurídicos con jurisdicción especial indígena que responda a nuestras instituciones políticas y a nuestro derecho consuetudinario.
– Un modelo económico y de desarrollo basado en nuestro derecho a definir las estrategias de desarrollo en nuestros territorios, como alternativa a un sistema neoliberal que destruye todo a su paso, buscando la ganancia rápida y fácil.
Para que se cumplan la Ley de Bosques y la Ley de Emergencia de Tierras, demandamos:
-Aplicación de los derechos de consulta y participación para lograr el libre consentimiento fundamentado previo, en el ordenamiento territorial de Bosques, y el Relevamiento técnico jurídico catastral de la Ley de Tierras.
-Implementación de Programas de Fortalecimiento y Capacitación Intercultural que fomente la convivencia del conocimiento tradicional y el conocimiento científico, erradicando la relación racista de conocimiento superior a conocimiento superior.
-Somos titulares de derecho, con titulo ó sin ello, y desde ese criterio se debe aplicar el Fondo de Compensación de la Ley de Bosques, en nuestros territorios. Que dichos fondos sirvan para Fortalecer la administración, manejo y control de nuestros territorios, regulada por nuestras instituciones originarias.
La Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas debe convertirse en Ley Nacional y nos comprometemos y comprometemos a los Senadores y Diputados en ese objetivo.
Saludamos desde aquí la lucha valerosa que llevan adelante los Pueblos Originarios de Bolivia y Ecuador por la refundación de esos dos Estados racistas y por el objetivo de constituirse en ESTADOS PLURACIONALES, para la verdadera convivencia.
JALLALLA PUEBLOS ANDINOS! …. KAUSACHUM!…MARICIWEU!!!
Decimos NO a la patria sojera. SÍ a la distribución de la tierra y la riqueza y trabajamos para un Bicentenario que genere un nuevo estado PLURINACIONAL!!!
Bs As, 12 de Junio de 2008
Greenpeace nació en 1971 de una forma casi espontánea. Un grupo de activistas antinucleares canadienses, algunos cuáqueros y objetores de conciencia estadounidenses que se habían refugiado en Canadá para no participar en la guerra de Vietnam, formaron una pequeña organización llamada “Don’t make a wave” (“No hagas una ola”)
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